Alberto Hurtado: La crónica de un abogado santo

La virtud teologal del cristianismo es la "fe". Esta virtud se basa en la obra y enseñanzas del Señor Jesucristo de Nazaret. La "fe" anima a la acción con lo expresado por Jesús de Nazaret y la convicción de las cosas que no se ven, así Alberto Hurtado Es el protagonista de nuestro artículo por su inmensa convicción.

Un poco de historia de Alberto Hurtado

La Iglesia Católica alberga la orden religiosa de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola en 1534 y aprobada por el Papa Pablo III en 1540. La misión de los jesuitas es la salvación y mejora de los demás. Por eso, la Compañía de Jesús tiene, desde el principio, el carisma de buscar la fe y la justicia, que anima el trabajo de su misión en las fronteras, para acercarse a los que no creen y a todos los que se alejan o se van. la Iglesia por varias razones.

Anales del santo abogado

Nació en Viña del Mar el 22 de enero de 1901. Su nombre completo es Luis Alberto Hurtado Kruchaga. Sus padres fueron Alberto Hurtado Laraín y Ana Kruchaga Tacornal, quienes pertenecían a una familia aristocrática empobrecida que vivía en una finca llamada Los Perales de Tapihue, en lo profundo de Casablanca, a unos 40 km de Viña del Mar.

Su padre murió en 1905 cuando Luis Alberto tenía cuatro años. Por este motivo, una madre con dos hijos pequeños decidió vender la finca. El hombre al que se lo vendió lamentablemente engañó a la madre de Luis Alberto, situación que la obligó a vivir con unos familiares.

infancia y educacion

Como consecuencia de la situación económica de la familia de Hurtado, éste vivía en la pobreza. Recibió una beca que le permitió asistir de 1909 a 1917 al colegio jesuita para varones de San Ignacio en la capital de Santiago de Chile. Como estudiante, Luis Alberto trabajó como voluntario en la parroquia de Nuestra Señora de Andacola y su escuela católica ubicada en un barrio pobre de Santiago. El trabajo en la parroquia era un asistente en la oficina y en la biblioteca.

En 1915 conoció a su profesor de historia, el padre Fernando Vives Solar, sacerdote jesuita que influyó decisivamente en su formación espiritual, en su futuro como educador social y en el movimiento obrero.

carrera universitaria

Para 1918, habiendo aprobado el colegio de los jesuitas, ingresó a la Pontificia Universidad Católica de Chile para estudiar derecho en su facultad. Al finalizar la carrera, basó su tesis en derecho laboral. Los estudios fueron interrumpidos por el servicio militar obligatorio. Después de su servicio militar, reanudó sus estudios ya la edad de 22 años en agosto de 1923 recibió su grado.

A los pocos días de graduarse de la universidad en 1923, ingresó al noviciado jesuita en Chilán, en la región central de Chile, en la provincia de Diguilín, para iniciar la profesión que fue su indiscutible vocación. En 1925 viajó a la ciudad de Córdoba en Argentina para continuar sus estudios de humanidades. Posteriormente fue enviado a Barcelona, ​​España, para estudiar filosofía y teología. Tras la disolución de los jesuitas en España en 1932, se trasladó a Lovaina, Bélgica, donde continuó sus estudios teológicos.

Después de terminar sus estudios en Bélgica, fue ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1933. En 1935 se doctoró en pedagogía y psicología. Aprovechó su paso por Europa para visitar centros educativos y sociales en países como Alemania, Francia, Bélgica y Holanda para estudiar temas que lo capacitaran para trabajar con jóvenes.

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Del educado al educador

En enero de 1936 regresa a Chile el sacerdote jesuita Luis Alberto Hurtado Kruchaga. Comenzó como docente de primaria y secundaria en el Colegio San Ignacio. De igual manera, comenzó estudiando pedagogía en la Universidad Católica de Santiago.

En 1936, el sacerdote jesuita Luis Alberto Hurtado publicó el artículo "Crisis del sacerdocio en Chile", en el que examinaba las dificultades de los pocos sacerdotes en Chile, criticaba la calidad de la enseñanza del catecismo y la falta de los necesarios certificados de catequistas. Joven. En 1940 fue nombrado director diocesano del movimiento juvenil de Acción Católica y de 1941 a 1944 se desempeñó como director nacional.

Hasta 1941 la mitad de los sacerdotes en Chile eran extranjeros, administraban los sacramentos, hacían largos viajes a las ciudades. Este año, el padre Hurtado publicó un libro titulado ¿Chile es un país católico?, en el que presentó estadísticas de una encuesta sobre prácticas religiosas chilenas que mostraba que menos del 10% de los chilenos asistía a misa o comulgaba.

Participación en el entorno social

Sólo justificaron que la devoción a la Madre de Dios ya los santos era más importante. Por este libro, el sacerdote jesuita Luis Alberto Hurtado fue tildado de comunista. Gracias a la experiencia de su infancia, reconociendo el apoyo y la ayuda que él y su familia recibieron en los momentos más difíciles cuando no tenían nada, el sacerdote Hurtado participó activamente en el ámbito social con los más desfavorecidos con ímpetu y alta motivación.

Entonces el sacerdote Hurtado creó albergues llamados Hogar de Cristo. En estos centros encontraron niños pobres, abandonados o no, hogar y comida. Pero eso no fue suficiente para el cura Hurtado, pues su afán de ayudar lo llevó a comprar un vehículo conocido como camioneta verde 1946, según anécdotas del retiro del cura.

Por la noche, recorría las calles en un automóvil, tratando de ayudar a todos los que la necesitaban en ese momento. Todo el esfuerzo del sacerdote Hurtado se vio recompensado con un aumento en el número de empleados y benefactores, un aumento en el número de albergues en todo el país, cubriendo a más de 850.000 niños entre 1945 y 1951.

iglesia y trabajadores

El sacerdote jesuita Luis Alberto Hurtado siguió con su ideal de ayudar y enseñar a la gente los principios de la fe. En 1947, el cura Hurtado da un paso hacia los trabajadores, incorporándose al movimiento obrero. Basado en la doctrina social de la Iglesia Católica, fundó la Asociación de Sindicatos de Chile el 13 de junio de 1947, considerando la lucha por la libertad de los sindicatos, formando a los dirigentes en los valores cristianos y de igual forma en los trabajadores sindicalizados. .

1947 fue un año fructífero para el sacerdote Hurtado, publicó dos libros: "Humanismo social" y "Orden social cristiano". Hasta 1950 siguió publicando libros y lo hizo con Sindicatos, Sindicalismo; Dedicando este libro a A. Fernando Vives y expresándolo así:

"El apóstol de la redención proletaria, a quien debo mi sacerdocio y mi vocación social".

También en 1950 se incorporó a la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos, institución fundada en 1915 por el P. Julio Restat.

desaparición física

El 21 de mayo de 1952, el sacerdote jesuita Luis Alberto Hurtado Cruchaga sintió un gran dolor mientras se encontraba en su habitación del Colegio de San Ignacio. Los médicos dijeron que sufrió un doloroso infarto pulmonar y sobrevivió. Pero las enfermedades continuaron, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Los médicos lo examinaron, Rodolfo Armas Cruz y Ricardo Benavente descubrieron la verdadera causa de sus dolencias, le diagnosticaron cáncer de páncreas.

El sacerdote Luis Alberto Hurtado fue notificado de su enfermedad y recibió los sacramentos católicos, descansó en paz con el Señor el 18 de agosto de 1952 y fue canonizado el 23 de octubre de 2005.

A lo largo de los tiempos, hay personas que siempre han hecho todo lo posible por cambiar su país, como en el caso de Salvador Allende.


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