Amenhotep

se convirtió en el sucesor de su padre Tutmosis IV, gobernó entre 1391 y 1353 aC, fue el noveno rey de la XVIII dinastía. Su madre fue Mutemia, la reina hitita que gobernaba la regencia en el país, pues cuando Amenhotep III, también conocido como Amenhotep III, subió al trono, solo tenía diez años, todavía era un niño.

Mandato

Mientras Amenhotep III estuvo en el poder, la nación del Nilo pudo alcanzar la cima del poder y la riqueza mientras disfrutaba de una excelente situación económica y, además, este período estuvo marcado por un Egipto pacífico y próspero. Desde Reino Medio que Egipto no ha vivido una situación similar.

Tanto dentro como fuera la nación era tranquila, con muy buena reputación y un gran prestigio, que antes no había. Sin embargo, en el futuro, ciertas amenazas del exterior podrían convertirse en una amenaza, pero luego ni siquiera lo pensó.

La situación en Egipto era excelente, tanto que Oriente Medio sus riquezas se volvieron deseables, aunque esto no molestó a Faraón. Otro factor que destacó durante su reinado fue que sus proyectos constructivos fueron impresionantes, llegando hasta nuestros días a las enormes estructuras de la época.

Monumentos importantes para la nación, como la Iglesia de St. Soleb y Sedeingel santuario del dios Aten, que luego sería utilizado por su hijo, los templos de Menmon, que destacaban con sus colosos, el templo de Motu, el templo de Jonsu y otros.

Babilonia y Chipre Mantuvieron buenas relaciones con el Egipto de Amenhotep III, ya que con el primero intercambiaba constantemente regalos entre los que destacan minerales como la lazurita, y animales como los caballos. Con Chipre, en cambio, fue algo más comercial, ya que realizaron un intercambio en el que la nación del Nilo ofreció oro a cambio de cobre.

ama la vida y la muerte

Tuvo varias esposas, de las que destacan dos princesas de Babilonia, la princesa Arzava, otra princesa Yenisha, también con dos hijas del rey Mitani, que fueron Kelu-Kepa y Tushratta, y finalmente se casó tiyicon quien tuvo solo seis hijos, entre los cuales se encuentran Akhenaton, Sithamon, Henutaneba, Iset y otros.

Las llamas de la vida de Amenhotep III se extinguieron a causa de una enfermedad que lo acompañó durante un largo período, que finalmente lo llevó a la muerte en 1352 aC, y fue enterrado en un lugar llamado Valle de los Reyes, en una tumba que hizo orgulloso, pues ella era tan grande y magnífica que reflejaba muy bien su brillante mandato.

Aunque, por desgracia, su tumba fue saqueada, como en otros faraones, pero su momia pudo salvarse, porque tal vez pudieron prever tal situación y estaba escondida en tumba de Amenhotep II.

Su sucesor sería su hijo Akenatón, el mediador del dios sol Atón.

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