Antoni Gaudí
Antoni Gaudí i Cornet, este arquitecto considerado la máxima figura del modernismo catalán nace el 25 de junio de 1852 en una pequeña población llamada Reus en Cataluña, España. Proveniente de una familia de caldereros fue creciendo con el gusto de colaborar a su padre y abuelo en el taller de la familia, cuestión que lo fue convirtiendo en un experto en el oficio de hacer calderas.
De niño Gaudí sufría constantemente de complicaciones en la salud, motivo por el cual tuvo que dedicar mucho tiempo de reposo en su hogar sin poder asistir a la escuela.
Durante este tiempo libre simplemente se dedicaba a observar su entorno, pues de la naturaleza aprendía por lo que la consideraba su mejor maestra. Esta experiencia sensorial aunada a su genio fue lo que propicio la confección de una expresión arquitectónica única.
Estudios
Esa expresión cotidiana que nunca es tarde para comenzar y por ende continuar quedo perfectamente comprobado por Gaudí, ya con 18 años de edad se trasladó a Barcelona en el año de 1870 para iniciar estudios en arquitectura, a la par estaba en diversos empleos para poder tener como costearse dichos estudios.
A medida que avanzaba su formación académica demostraba ser un estudiante irregular, no obstante, el manifestar algunas ideas geniales lograba llamar la atención de algunos profesores quienes al apreciar estos dotes le ofrecían un rol de colaborador. Logrando culminar sus estudios en la escuela de arquitectura para 1878.
Demostró una facilidad para concebir espacios y la innovación de materiales que lo impulsaron a ser un genio confeso y reconocido de la creación en tres dimensiones.
Manos a las obras
Ya como todo un profesional Gaudí decide emprender por su cuenta, para ello se establece en un despacho ubicado en la calle del Call en Barcelona; allí da rienda a suelta a lo que sería su legado arquitectónico.
Para su beneplácito recibió gran cantidad de encargos, así mismo planteó innumerables proyectos, muchos de ellos pudieron materializarse, pero otros tantos quedaron en el papel.
En este periodo de franco crecimiento profesional, obras maestras iban saliendo de la mente y de la galera de Gaudí, mencionando solo algunas de las más reconocidas:
- La Torre Bellesguard construida entre 1900 – 1909 y es una obra repleta de simbolismo, a una transición entre el modernismo y lo gótico medieval.
- El Park Güell construida entre 1900 – 1914 cuya idea era plantear un barrio residencial tomando como fuente de inspiración el modelo británico de una ciudad jardín.
- Restauración de la catedral de Mallorca proceso que abarcó el periodo de 1901 – 1914 refacciones que están impregnadas del fuerte talante de Gaudí y se integra con la sustancia gótica.
- La iglesia de la Colonia Güell construida entre 1890–1917 se permitió ensayar formas y nuevas soluciones constructivas.
- La Casa Batlló (conocida como la casa del dragón) construida entre los años de 1904–1906 obra que significó una combinación perfecta entre el arte y la funcionalidad, una unión entre la arquitectura y el diseño.
- La Pedrera construida para el periodo entre 1906–1912 obra que ejemplifica la arquitectura total y el sentido de radicalidad expresiva que se desborda, finalmente.
- El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia construida entre los años de 1883 – 1926 esta magna obra significó un grado de implicación tal por parte de Gaudí que a partir de 1914 decide renunciar a cualquier otro proyecto y dedicarse exclusivamente a esta.
Fin del camino
Gaudí fallece el 10 de junio de 1926 a raíz de un trágico accidente sufrido el día 7 de junio, hecho en el cual es arrollado por un tranvía mientras caminaba como cada noche hacia la sagrada familia. Como homenaje póstumo el día 12 es sepultado en la capilla del Carme en la cripta de la Sagrada Familia, en la actualidad allí descansan sus restos.