Francisco Bolognesi
Francisco Boloñés Cervantes nació el 4 de noviembre de 1816 en el pueblo Lima, Perú. Es reconocido como uno de los soldados más famosos del Perú, por sus hazañas en la Guerra del Pacífico.
Infancia y estudios
Nació y se crió en la casa de Bolognese, ubicada en la calle Afligidas 12. Sus padres fueron el violonchelista compositor Andrés Bolognese Campanella, oriundo de Génova, Italia; y Juana Cervantes Pacheco, miembro de la poderosa familia arequipeña.
A los ocho años lo llevaron a Arequipa a estudiar en colegio nacional Dy la independencia de América (antiguo monasterio agustino), y posteriormente, a la edad de catorce años, a petición de su madre fue llevado al Seminario Conciliar de San Seminario, donde se distinguió por sus grandes dotes en las matemáticas, que le ayudarían en el futuro en su carrera militar. el mejor artillero de ese tiempo
Vacantes
Cuando su padre murió en 1834, dejó el seminario por completo y comenzó a trabajar para una empresa comercial, mostrando su deseo de ascender a un cargo y finalmente se convirtió en contador en Lebris y Violer a la edad de diecinueve años, y aprendiendo y dominando el idioma francés en el camino.
A lo largo de los años, Bolognese dejó su trabajo en Lebris para iniciar su propio negocio como agricultor que produce hojas y cáscaras de coca en Carabaya, una región montañosa cerca de Pune, siguiendo las costumbres de su padre. El cultivo de la tierra en estas zonas lo obligó a trabajar junto a los señores del Cusco Garmendia, Peña y Naval.
La batalla de Carmen Alto: el comienzo del ideal
El 22 de julio de 1844 los boloñeses participaron entre los llamados Batalla de Carmen Altouna disputa militar en la vecina región de Arequipa, entre las fuerzas del dictador general Manuel Ignacio de Vibanca y Ramón Castilla. Este último, saliendo victorioso de la batalla, ofreció al boloñés el grado de teniente coronel de su ejército, pero éste se negó y decidió seguir trabajando como comerciante, además del deber familiar.
En 1853, ante la invasión de las tropas bolivianas al Perú, el boloñés se alistó en el ejército peruano. Sin embargo, no participó debido al retiro de tropas del país vecino. En 1854 participó en la revolución contra el corrupto Echenika, ocupando el cargo de comandante del segundo batallón ¨libre de arequipa¨ además del cargo de comisario militar del Ejército Libertador.
En 1856, ya con Ramón Castilla como presidente del Perú, el boloñés participó como jefe de infantería y acabó con el ejército rebelde dirigido por Manuel Ignacio de Vibanca. Un año después, fuerzas rebeldes dirigidas por boloñeses regresaron a Arequipa para seguir defendiendo la ciudad, acabando con la victoria ocho meses después. En 1858 recibió el grado de coronel de artillería. Más tarde fue enviado a la Europa varias veces para mejorar sus habilidades de artillero, además del hecho de que tuvo la tarea de comprar armas varias veces. Finalmente fue dado de baja el 30 de octubre de 1871.
Defensa y batalla por el Perú
Los boloñeses regresaron al servicio militar a los 62 años, en 1879, cuando comenzó la llamada Batalla del Pacífico. Participó apasionadamente en la defensa de su país, intervino en la batalla por Tarapacá y San Franciscoquien, a pesar de una grave enfermedad, mostró un pésimo juego en los partidos.
En 1880 se le confió la defensa de Arica, un puerto peruano que fue perseguido apasionadamente por las tropas enemigas. El boloñés contaba con un pequeño ejército de apenas 1.500 soldados mal armados, pero aceptó la misión sin dudarlo. Él y su brigada formaron posibles campos de batalla alrededor de la región y utilizaron dinamita activada eléctricamente, esta última nunca fue detonada como resultado de una supuesta traición en el momento de su despliegue.
El ejército chileno lanzó un ataque con decenas de miles de hombres armados. Tras varios días de ataques, las tropas de Bolonia se repliegan, matando a un compañero del mismo coronel. Justa Arias y Aragués. Las tropas aún en pie se reunieron en las afueras del Mar, donde las tropas chilenas les tendieron una emboscada y los arrinconaron. En este punto el boloñés cae herido de bala, pero sigue luchando con fiereza. Finalmente, murió herido de un culatazo en la cabeza (otros dicen que de bala), y sus restos fueron custodiados por sus soldados hasta su destrucción.
Los restos de boloñesa fueron transportados a Perú en julio de 1880. Luego, en 1908, fueron transportados a Cripta de los Héroes Cementerio Maestro Sacerdote.