Lugar de nacimiento: Pakistán
Signo de estrella: Cáncer
Profesión: Líder de los derechos civiles
Malala Yousafzai es una activista pakistaní por la educación femenina y la más joven premio Nobel laureado. El 10 de octubre de 2014, Yousafzai fue anunciado como el co-receptor del 2014 premio Nobel de la Paz por su lucha contra la opresión de niños y jóvenes y por el derecho de todos los niños a la educación. Habiendo recibido el premio a la edad de 17 años, Yousafzai es el premio Nobel más joven. Yousafzai compartió el premio con Kailash Satyarthi, un activista por los derechos del niño de la India.
En octubre de 2011, el arzobispo Desmond Tutu, un activista sudafricano, nominó a Yousafzai para el Premio Internacional de la Paz de los Niños del grupo internacional holandés de defensa de los niños KidsRights Foundation. Fue la primera niña paquistaní en ser nominada para el premio. Su perfil público aumentó aún más cuando recibió el primer Premio Nacional de la Paz de la Juventud de Pakistán dos meses después, en diciembre. El 19 de diciembre de 2011, el Primer Ministro Yousaf Raza Gillani le otorgó el Premio Nacional de la Paz para la Juventud.
El 9 de octubre de 2012, un talibán le disparó a Yousafzai cuando regresaba a casa en un autobús después de rendir un examen en el valle de Swat, en Pakistán. El pistolero enmascarado gritó “¿Quién de ustedes es Malala? Hable, de lo contrario, les disparo a todos”, y, al ser identificada, le disparó. Recibió un impacto de bala que le atravesó la cabeza, el cuello y terminó en el hombro. Otras dos niñas también resultaron heridas en el tiroteo: Kainat Riaz y Shazia Ramzan, ambas lo suficientemente estables como para hablar con los periodistas y proporcionar detalles del ataque.
El 12 de julio de 2015, cuando cumplió 18 años, Yousafzai abrió una escuela en el valle de Bekaa, Líbano, cerca de la frontera con Siria, para refugiados sirios. La escuela, financiada por la organización sin fines de lucro Malala Fund, ofrece educación y capacitación a niñas de 14 a 18 años. Yousafzai pidió a los líderes mundiales que inviertan en "libros, no en balas".