Oscar Wilde

Nace el 16 de octubre de 1854 en la ciudad de Dublín, Irlanda; presentado oficialmente como Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde. Reconocido por su faceta de escritor, poeta y dramaturgo que se caracterizaba por su extravagancia, ingenio y su sátira enfocado en lo social.

De su infancia se puede referir que fue serena y sin mayores contratiempos, en su etapa de estudiante destacó en la escuela, demostrando dominio en el aprendizaje de dos idiomas, llegando a cursar estudios en la Universidad de Oxford, demostrando preferencia por la literatura griega.

Ya a temprana edad su figura empezaba a tener un auge y reconocimiento, gracias en parte a la publicación de un libro de poemas. Incluso, llegó a dictar conferencias en otros países sobre el renacimiento inglés y dentro de sus potencialidades se suma la tenacidad que demostraba para ser también periodista.

La dramaturgia era de las mejores cosas que se le daban a Wilde, por la provocación que reflejaba en ellas, también buscaba de aferrarse a la anarquía de su esencia.

Genio y figura para la época

El éxito de Oscar Wilde era arrollador, a tal punto de comenzó a escribir obras de teatro para personalidades importante de la época en Londres; adquiriendo mayor connotación e importancia Wilde estrena en 1895 una de sus obras más elocuentes denominada La importancia de llamarse Ernesto, cuyo contenido reflejaba la aceptación hacia las costumbres y la importancia que las mismas tenían para la sociedad en general.

Obras literarias de renombre

Bien fuera a través de prosas, cuentos, ensayos, poemas y obras de teatro Oscar Wilde a cada creación suya le imprimió un sello propio que lo distinguía del resto de personajes de la literatura para la época, mencionaremos solo por referencia las siguientes obras: prosa El retrato de Dorian Gray en el año 1891, cuento El príncipe feliz y otros cuentos en el año 1888, ensayo Frases y filosofías para uso de la juventud en el año 1894, poema Balada de la Cárcel de Reading en el año 1898 y la obra de teatro La importancia de llamarse Ernesto en el año 1895.

Una imagen manchada

El éxito tempranero de Wilde no le garantizaba que todo fuera de color rosa, ya que fue acusado y condenado a dos años de trabajos forzados por sospechas de que mantenía una especie de aventura o asunto con un amigo llamado lord Alfred Douglas.

Estas calumnias como las consideraba el propio Wilde pesaron más que todas las peticiones y presiones de un grupo a su favor que solicitaba que rápidamente se esclareciese su reputación y su inmediata absorción a tales medidas.

Esta penosa situación provocó la fractura de su matrimonio e incluso al cumplir el periodo de castigo impuesto opta por cambiar de nombre y apellido, pasando a llamarse Sebastian Melmoth y acto seguido decidió irse a Paris a vivir una nueva etapa e intentar sanar del daño que le generó esa época oscura.

A las sombras de una condena

Ya en el declive de su carrera Wilde presentaba problemas de salud, medios y reseñas indican que cayó en el alcoholismo, aunado a la pésima situación económica en que se encontraba.

Wilde fallece el 30 de noviembre de 1900 en París, Francia a la edad de 46 años. Aún para la actualidad se desconoce con exactitud las causas de su muerte, tan solo hay hipótesis formuladas.

Sus obras se han mantenido vigente con el paso del tiempo al contenerse en ellas dramas generalizados que se viven en la mayoría de las culturas, también por la narrativa ilusoria y captadora de curiosidades; todos estos elementos en conjunción han dado vida a un estilo que lejos de morir adquiere fuerza en las sociedades modernas y en las épocas contemporáneas en que nos desarrollamos.

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