Paul Klee
Pablo Klee Se convirtió en un célebre pintor alemán que, aunque nació en Suiza alrededor de 1879 el 18 de diciembre, se diferenció del resto gracias al estilo que trabajó a lo largo de su vida, combinado con el surrealismo, la abstracción y el expresionismo.
Aunque estos no eran sus deseos, si no los de sus padres, Klee formalizó sus estudios para convertirse en músico, pero luego se dedicó a las bellas artes, lo que acabó por enamorarle de aquellas obras musicales de los siglos XVIII y XIX. pero también busca introducir estilos más rebeldes. Me siento un poco mayor, ya en mi adolescencia, sus dibujos comenzarían a mostrar cuáles serían las habilidades de Paul.
Pinturas al óleo, tinta, acuarelas, entre otras herramientas y materiales de pintura, eran sus favoritos, usados juntos en un mismo formato. Es decir, creó una composición artística increíble con diferentes técnicas de pintura.
Pero esto no es todo, excepto el arte, sus obras también presentaban abiertamente trazos de poesía y música, pues en la mayoría de los cuadros siempre había palabras y notas. Así que no olvides el hecho de aprender a tocar el piano, el órgano y el violín.
Sin duda, esto le permitió a Paul Klee ganarse el respeto de su pequeña audiencia en ese momento, ya que comenzaba a ser visto como un artista holístico y en plena evolución.
Conforme fue pasando el tiempo, y la experiencia fue aumentando cada vez más, esto se vio reflejado luego de un viaje a Túnez, donde logró entender y aprovechar mejor la paleta de colores, pues se enfocó en estudiar y profundizar en la teoría del color. Todo esto hizo que recreara los bellos reflejos, en donde aseguró que no se debe perseguir a las pinturas, pues ya estaban con él y realmente son una.
Como maestro del color, Paul ha premiado un legado artístico de más de 9.000 obras que ha creado en diversas etapas de su vida, unas más intensas que otras pero sin olvidar estos destellos de música y poesía. Además, siempre se ha centrado en visualizar el resultado final, incluso antes del comienzo, lo que permite que su trabajo a lo largo de los años siga siendo auténtico.
En 1936 se convirtió en un gran artista, pero también víctima mortal de una terrible enfermedad, por lo que su obra sufrió mucho. Sin embargo, visitas influyentes, como las de Kandinsky y Picasso, con cierta sencillez, pero de pie, lograron recuperar un poco más el ánimo y tomar el impulso adecuado para continuar.
Para 1939 había logrado realizar más de 1.000 obras de arte de gran proyección, donde los protagonistas eran los colores vivos, pero también los tonos sombríos, lo que también es provocado por sus diversos cambios de humor. "Muerte y fuego" era el título de una de sus últimas obras, en la que presentaba una calavera con la palabra muerte en alemán. Sin duda, reflejando tus emociones y realidad a través del arte.
Pablo terminó su batalla y falleció en Suiza el 29 de junio de 1940, cuando apenas tenía 60 años. A pesar de ello, sus increíbles obras siguen revolucionando todos los rincones del mundo, incluso después de su muerte.