Vicente López Portaña
Nace un 19 de septiembre del año 1772 en la calle del Mar en la ciudad portuaria de Valencia, España. Fue un pintor de la corriente o movimiento artístico neoclasicista, alcanzó la fama en base a la calidad y expresión de sus retratos.
Quedó huérfano a temprana edad, primero con la partida física de su padre y poco después su madre también fallece, situación que llevo a que el cuidado y la infancia de Vicente estuviese a cargo de sus abuelos paternos; quienes también estaban relacionado con el mundo del arte.
Formación
Inicia su preparación artística en el año de 1875 en la academia de San Carlos ubicada en Valencia, siendo su mentor el pintor y arquitecto Antonio de Villanueva, para el año de 1789, estando en la academia Vicente obtiene un premio en primera clase con su pintura: El rey Ezequías haciendo ostentación de sus riquezas.
Dicho premio constituía un monto por 40 pesos y el otorgamiento de una beca de estudios en la Academia de San Fernando ubicada en Madrid.
Encontrándose en la Academia de San Fernando en el año de 1790, Vicente ganó el primer premio de un concurso con su pintura: Los Reyes Católicos recibiendo una embajada en nombre del rey de Fez. Dicha pintura aún se conserva en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Durante su estancia en Madrid por un periodo de 13 años desde 1789 hasta 1794 Vicente recibió una notable influencia de pintores destacados para la época como Francisco Bayeu, Mariano Salvador Maella y de Mengs.
Poco después Vicente decide retornar a su natal Valencia, creando pinturas exitosas, pinta personajes importantes, ofrece su arte en algunas iglesias de la ciudad y también para la propia Catedral valenciana.
Conexión con la realeza
Así mismo, pintó al rey Fernando VII con el hábito de la Orden de Carlos III, e igualmente pinto varios retratos de personalidades sobretodo militares franceses que ocuparon España en el proceso por la Guerra de la Independencia.
En el ámbito sentimental, en el año de 1795 Vicente se establece en matrimonio con Vicenta María Piquer Grafión de esta unión nacen 2 hijos llamados Luis y Bernardo, quienes también heredarían ese gusto por el arte y serian pintores.
Era tan abrumadora la calidad de sus pinturas en su forma realista de expresar retratos que Fernando VII lo nombra como pintor oficial de cámara para el año de 1815, trasladándose nuevamente a la ciudad de Madrid, este viaje quizás estuvo precedido por la tristeza que recientemente había dejado la muerte (en 1814) de su esposa.
Reconocimiento a su labor y a su creación
Durante esta nueva estadía en Madrid, Vicente se convirtió en el pintor de moda entre la clase aristócrata y la alta burguesía madrileña de la época. Al poco tiempo continuaría como pintor de cámara, pero esta vez de la reina Isabel II.
Con el paso de los años Vicente se dedicó fundamentalmente a los retratos, la decoración de paredes y techos al fresco.
En 1817, Vicente López es designado director de la Real Academia de San Fernando de Madrid, así como también es nombrado Miembro de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País.
Al año siguiente, en 1818 también sería nombrado académico de honor de la Real Academia de San Carlos de Valencia.
Para el año de 1826, pintaría su obra más reconocida llamada: el Retrato del pintor Francisco de Goya en el Museo del Prado de Madrid, y en los años siguientes 1831 hizo otro de retrato de Fernando VII, pero esta vez con el hábito de la Orden del Toisón de Oro.
En las postrimerías de su vida Vicente termina la pintura del General Narváez en el Museo de Bellas Artes de Valencia y Fallece el 22 de julio de 1850.
En lo que respecta a la obra artística de Vicente López Portaña, sus cuadros se encuentran distribuidos en museos y colecciones de particulares en Madrid y en el Museo de Bellas Artes de Valencia.