Antonio Berni

En Argentina, un 14 de mayo en 1905, en la ciudad de Rosario nace Antonio Berni. Fue un distinguido artista plástico, pintor por naturaleza, xilógrafo por pasión y muralista por experiencia.

Su padre, un inmigrante italiano de nombre Napoleón Berni y su madre de origen argentina Margarita Picco, de padres igualmente inmigrantes de Italia.

Desde la infancia mostró interés por el arte, tanto así que con apenas diez años de edad, se apunta como aprendiz en un taller de cristalería y vitrales.  Allí recibe clases del artesano Bruxadera y desarrolla su talento, pues empieza a empoderarse del conocimiento que su vena artística le exigía.

Impresionismo y paisajismo a temprana edad

Ya empezando su adolescencia a los 15 años de edad, en el año 1920, realiza su primera exposición de cuadros, en el Salón Mari de Rosario. La exhibición constó de 17 oleos, entre panoramas suburbanos, retratos y estudio de flores. En 1923, de nuevo exhibe grandiosas obras, en la Galeria Witcomb en Buenos Aires.

Así, empieza a catapultarse hacia el reconocimiento público, críticos de arte en diferentes diarios reconocen el talento del joven prodigio. Se le otorga una beca, a través del  Jockey Club de Rosario, en 1925 para formalizar sus estudios en el Continente Europeo, llegando así a Madrid.

Ya para el siguiente año en 1926, en el Salón de Madrid, exhibe una  gran obra “Puerta Cerrada”, cuadro de paisaje madrileño en óleo. Un poco más adelante en 1928, enamorado de España pinta sus famosos "Toledo y el Religioso" y “El Torero Calvo”.

La creatividad que evoluciona en el viejo continente

Este joven pintor, pudo conocer las obras de superdotados artistas. En 1926, se traslada a Paris, es allí donde experimenta con diferentes técnicas como el grabado o xilografía y  la destreza del collage.

Se decanta por estilos como el movimiento artístico del Surrelismo y la tendencia pictórica Fauvismo. Esto marca una nueva ruta y agregados a próximas creaciones. Tiene la oportunidad de tomar clases de pintura con Andre Lhote un genial neocubista y con el excelente fauvista Othon Friesz.

Por otra parte, igualmente recibe conocimientos por parte de Max Jacob, de la disciplina artística del grabado. Fueron años muy fructíferos para Berni.

Además, formó parte de un conjunto de artistas argentinos que se llamarían Grupo de Paris. Estaba conformado por artistas argentinos residentes en Paris, quienes formaron lazos de amistad. Se apoyaban desde su visión de las artes plásticas para identificar su identidad artística y realizaban exposiciones colectivas.

En Paris, fraternizó fuertemente con su gran amigo el pintor Lino Eneas Spilimbergo e hicieron algunos proyectos juntos.

Ya para 1929, pasa a otra etapa, la del sector de los surrealistas. Quien logra inspirarlo a crear una identidad madura como artista es, el escritor Louis Aragon, demostrando que el arte en si no tiene un idioma, sino que es una expresión.

Es así, como las obras de Berni se inclinan hacia este movimiento y actualmente es reconocido como uno de los precursores latinoamericanos de género o estilo surrealista. Además viaja por otros tres países europeos, incluyendo Italia cuna de parte de sus raíces.

Con una nueva visión de regreso a Latinoamérica

Con mucha  experiencia, influencia y contacto con el viejo continente regresa a Argentina en 1930. Se establece un tiempo en Rosario, trabajó en otras actividades no relacionadas con el arte. Meses más tarde empieza a trabajar en composiciones de pinturas y collages surrealistas

Por otra parte, las realidades sociales de su país, mueven nuevamente la fibra del artista y lo llevan a replantearse su posición, como artista y como ser humano. Se enlaza y forma vínculos con los más desfavorecidos económicamente y en 1932 realiza una exposición en Buenos Aires.

En esta exposición demuestra un realismo crítico. En 1933 junto al mexicano Siqueiros, empieza a practicar el muralismo de grandes dimensiones, como expresión de arte comunitario. En 1941 es becado por la Comisión Nacional de Cultura y viaja por Latinoamérica. En 1944 funda un Taller de Arte Mural, el primero.

Pero es en los años 50, cuando se destaca e inicia una serie dirigida a los menos favorecidos del país, ocupándose de los desplazamientos internos. En la década de 1960,  Gana el Gran Premio Internacional de Grabado en Venecia, crea grandes obras como “Ramona en la Caverna”, “Ramona o la Masacre de los Inocentes”, en el Museo de Arte Moderno de Paris.

Ya en los 70, realiza obras que son exhibidas en Nueva York, inclinándose por el expresionismo. En 1979 fue nombrado integrante de la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1980 sus grandes obras “Apocalipsis” y la “Crucifixión” visten la Capilla del Instituto San Luis Gonzaga de las Heras, en Buenos Aires.

Este gran artista inspirador, humano y creador del Nuevo Realismo fallece en 1981 un triste 13 de Octubre.

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